Sostenibilidad
En simbiosis con la Naturaleza
Nuestra defensa de la causa ecosocial es incansable y transversaliza todo lo que hacemos. Ello nos lleva a actuar en consecuencia, de forma natural y orgánica. La sede del TEC es una demostración más de esta coherencia. Refleja nuestro amor por la Naturaleza, conscientes de que debemos cuidarla y respetarla, porque sin ella no existiríamos.
El TEC nace en plena simbiosis con el Parc Natural de Collserola que, con sus más de 8.000 hectáreas, se erige como uno de los parques metropolitanos más grandes del mundo. Creado desde la humildad, la gratitud y el respeto por la biodiversidad de este gran pulmón de Barcelona, el TEC y cada uno de sus elementos se ha desarrollado cuidando los principios biofílicos hasta el más mínimo detalle. Hemos hecho todo lo posible para positivizar la huella antrópica.
La Biofilia y el ser humano
Los seres humanos compartimos una relación innata con la Naturaleza. Tenemos una conexión emocional genuina con sus múltiples formas de vida. Nuestro deseo de estar en comunión con la Naturaleza se remonta a los orígenes de nuestra presencia en la Tierra, y nos aporta un bienestar psíquico y físico incalculable. ¿Puede este sentimiento natural, esta Biofilia, aumentar nuestro respeto por nosotros mismos como seres humanos y reforzar nuestro deber ético de tratar a otras formas de vida con amor?
De esta concepción de la Biofilia nace lo que siempre ha sido un pilar del proyecto: restablecer la simbiosis entre el TEAM TEC y la Naturaleza. Vivir y entrenar inmersos en el ecosistema de un parque natural confiere al TEC una personalidad única y aporta unos beneficios excepcionales en términos de salud y bienestar, gracias a la calidad del aire, la visión envolvente del verde de los árboles o el alegre cantar de los pájaros.
Renaturalización y paisajismo
El TEC parte de una delicada integración dentro del hábitat de Collserola. Queríamos establecer una relación que no fuera antropocéntrica ni colonialista. Conscientes de la urgente necesidad de promover y realzar su biodiversidad, nos hemos entregado a observarla con una mirada respetuosa, a escuchar los sonidos y el silencio del parque, a consultar su catálogo de especies autóctonas de bajo consumo hídrico para replantarlas, a descubrir cuáles seducen más a polinizadores y lepidópteros, a dar color, textura y volumen al mosaico ecológico, a renaturalizar los márgenes del torrente para repoblarlo de especies silvestres, a contemplar la fauna nativa preservando su forma de vida.
El majestuoso Parc Natural de Collserola exige respeto. Desde esta convicción, nuestra apuesta arquitectónica ha sido obsesiva con todas las cuestiones energéticas y medioambientales. Ésta es una declaración de principios absolutamente irrenunciable, que permea todas y cada una de nuestras intervenciones.
Diseño energético y medioambiental
A partir de la arquitectura biofílica firmada por el estudio Pich Architects, hemos obtenido la certificación LEED Platinum, máximo nivel de la certificación más rigurosa del mundo en diseño energético y medioambiental, concedida por el United States Green Building Council. Este reconocimiento, que demuestra la integridad y veracidad de nuestras acciones, se materializa en múltiples aspectos.
Desde el punto de vista energético, el uso de energías renovables -gracias, en gran parte, a la construcción de 64 pozos de geotermia- y el diseño ultra eficiente de las construcciones maximizan nuestra autosuficiencia y garantizan la neutralidad en carbono. No utilizamos ningún gas de efecto invernadero ya que optamos por soluciones alternativas, como una demostración más del activismo rotundo por la justicia climática.
Considerando el ciclo del agua, bajo una de las pistas hemos creado un depósito de agua pluvial, con una capacidad de 1.530 m3 (1.530.000 litros), que reutilizamos en el riego y aguas grises. Además, al tratarse de la mayor superficie de almacenamiento de recursos hídricos que dispone hoy en día Collserola, ponemos este macro contenedor de agua a disposición del Parc Natural, en caso de emergencia.
Restauración y readaptación
Dos de las máximas del proyecto de reforma, tanto de la masia catalogada como del edificio principal del TEC, han sido el residuo cero conseguido a partir de la circularidad y la reutilización, y una gestión consciente de los materiales basada en el concepto cradle to cradle. En lugar de construir una sede nueva, hemos renovado las dos estructuras preexistentes como un ejercicio de sostenibilidad aplicada y para evitar generar huella de carbono.
Destinamos el encanto histórico de la masia a albergar un restaurante que sigue los principios Slow Food, y Km. 0. Todos los alimentos proceden de proveedores y productores locales que apuestan, desde un compromiso real y auténtico, por preservar sus ecosistemas mediante una producción ecológica, y también de nuestro propio huerto de agricultura regenerativa, cultivado en régimen de permacultura. Porque, como decíamos al principio, nuestra entrega a la causa ecosocial impregna todas nuestras acciones.