Jacob Martin

La raqueta entró en su vida como canguro mientras su madre, inglesa como el tenis y fan de este deporte, jugaba sus partidos en el Club de Blanes. Creció jugando y viendo Wimbledon por la tele, hasta que en Barcelona’92 observó en directo a los mejores tenistas del momento y decidió convertirse en tenista profesional. El Real Club de Tenis Barcelona le fichó como jugador y pronto empezó a destacar por su juego directo, su saque red y su altura. El mismo Jordi Arrese, que él había visto batallar por el oro olímpico, pidió ser su entrenador. Gracias a su tenis y a la filantropía norteamericana, obtuvo una beca para estudiar Publicidad, Relaciones Públicas y Management en una Universidad de Texas. De vuelta al RTCB entrenó a categorías jóvenes y colaboró en la logística del Godó, donde pudo hacer de sparring en entrenos de grandes figuras del torneo.

Dejó la raqueta para poder desarrollar sus estudios, pero sin soltarla del todo. En 2009 se marchó a Alemania para trabajar para Wilson y viajó por Grand Slams y torneos de todo el mundo haciendo de scout de jóvenes promesas del tenis. Más tarde pasó a trabajar con los agentes de jugadores del circuito profesional, en la generación de Roger Federer. Con ellos negoció contractos de esponsorización, marketing y cesión de material, y construyó una agenda de contactos que es un tesoro. Le sonríen los ojos cuando habla de la vertiente social de la agencia de representación del TEC que lidera.