Estefanía Rico

No juega al tenis pero si lo hiciera estaría siempre en la red, porque su estilo de trabajo es de volea rápida. Le gusta tanto avanzarse que incluso le llegó a tentar la idea de dejar los estudios para ponerse a trabajar. No lo hizo, consciente de cómo funciona el sistema, y continuó en el colegio diciéndose a sí misma que ya sería feliz en la universidad. Estudió Piscología porque con los amigos había comprobado que era resolutiva. En el bar de la Facultad tenía su propio rincón donde atendía, buscaba soluciones y aportaba visión racional a dilemas emocionales ajenos. Siempre fue delegada de curso y estuvo en comités de estudiantes de la Universidad organizando movidas para cambiar las cosas. La Psicología clínica era su vocación pero sus profesores la situaban más en la empresa, así que probó las dos opciones antes de decidirse. Simultaneó las prácticas en Cuatrecasas y en un centro de desintoxicación de drogas en Granollers, donde se dio cuenta de que ella era feliz vinculada a lo social, ayudando a la gente y mejorando el entorno.

Trabajó en Codorniu durante siete años, antes de ser consultora freelance de proyectos de talento. Cuando Wolkswagen España la conoció, la fichó como Talent Manager, trabajo que realizó durante dos años antes de entrar en Ferrer y participar de forma proactiva en el cambio cultural de la compañía. Dirige las cuatro Fundaciones de Back Where It Belongs de Ferrer y ha desarrollado el plan estratégico del TEC, al margen de lo deportivo.