Marc Pallarés

Es Micci para los amigos y en el mundo del tenis. Este alias se lo ganó a base de llamar amici a antiguos compañeros, cuando aún no sabía el nombre de todos. Que es amigable lo dice también su voz y la deportividad con la que aceptó el giro de guion de pasar de ser un jugador prometedor a sparring cuando, a los 18 años, una tendinitis crónica en el hombro le impedía sacar con toda su potencia. Empezó a entrenar con Conchita Martínez, en el Club Esportiu Laietà, y poco después se convirtió en el sparring oficial de una jugadora del Top Ten, la suiza Patty Schnyder. Se marchó a vivir al país helvético y estuvo dos años de gira con ella por Grand Slams y Masters 1000. Está agradecido por haber pisado estos escenarios, a los que cree que no hubiera llegado como jugador, y aprendió tanto de la experiencia que ahora en el TEC es Head Coach. Más allá de entrenador, es el referente de una jugadora de la WTA y quién gestiona su día a día.

Dice ser testigo de que la meritocracia es una falacia en el tenis porque, para prosperar en este deporte, no sólo hay que estar capacitado sino disponer de recursos económicos. Por eso celebra que el TEC promueva la igualdad de oportunidades con su programa de becas para que los mejores jugadores y jugadoras puedan continuar desarrollando su mejor tenis, sin que la falta de recursos les haga una mala jugada.