Se inició en el tenis con su padre como contrincante y gracias a que en su comunidad de vecinos de Vilassar de Mar había una pista de tenis. La afición se convirtió en una rutina, ya que llegó a entrenar a diario en la Academia PRO-AB del Club Hispano Francès. Desestimó la oportunidad de marcharse con una beca a Estados Unidos, porque tenía claro que quería estudiar Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (CAFD) en el INEFC de Barcelona. En cuarto de carrera se percató de que, a diferencia de otros deportes y principalmente los colectivos, el tenis estaba poco explorado a nivel de datos y decidió contribuir a abrir esa vía. En el mismo INEFC cursó el Máster en Rendimiento Deportivo: Tecnificación y Alto Nivel (RETAN) y ahora realiza allí su Doctorado. Su tesis gira entorno a la monitorización de las cargas con nuevas tecnologías, para optimizar los entrenos y reducir el riesgo de lesiones.
Además de este interés por investigar y generar conocimiento sobre el tenis, comparte con el TEC su carácter activista. Conectó con esta parte de su esencia leyendo los versos libres de La escala de Mohs, escritos por la rapera y poetisa Gata Cattana. Desde entonces, suma su voz masculina a la causa feminista y es un defensor a ultranza de la igualdad de oportunidades. Admira quien va más allá de las palabras y actúa, como hizo Andy Murray al contratar a una mujer como entrenadora, la ex número 1 del mundo, Amélie Mauresmo.