Siempre le ha gustado el deporte y de pequeña jugaba a tenis en el club de su pueblo, Aiguafreda, y a futbol con los chicos porque aún no había equipos femeninos en las categorías infantiles. Por eso ahora celebra la consideración, la visibilidad y las oportunidades que está consiguiendo el fútbol femenino. Quería estudiar Ciencias del Deporte pero una lesión en la rótula le impidió hacer las pruebas de admisión y cogió la alternativa de la Fisioterapia, para dedicarse al deporte desde la salud. Subraya la exigencia del tenis a nivel físico y mental, por lo que considera imprescindible que los jugadores estén controlados y apoyados por un equipo multidisciplinar como el del TEC. Durante 14 años fue fisioterapeuta del centro médico de la ciudad deportiva del FC Barcelona y en sus manos estuvieron jóvenes que ahora despuntan en el primer equipo del Barça como Gavi, Lamine, Cubarsí y Guiu.
Del TEC le atrae la profesionalidad, la exigencia, la proyección y cómo los jugadores aprenden a exponer su opinión, a considerar puntos de vista diferentes y a desarrollar pensamiento crítico. Intenta contribuir a ello participando en los debates y también sacando temas de conversación afines a la causa ecosocial, mientras interactúa con los jugadores durante sus sesiones en camilla, de magnetoterapia, estiramientos o masaje. Ya fue testigo directo de la calidad humana del proyecto cuando la contrataron sabiendo que estaba en su tercer mes de gestación sin que ello fuera considerado un contratiempo, sino lo contrario: un motivo de alegría.