Eloy Abelló

Su padre le enseñó a dar los primeros toques con la raqueta en el Club de Tenis El Papiol, donde vivían. Le gustaba mucho más aquel tenis desenfadado que las clases que recibió después en otros clubs de Terrassa, Cornellá, L’Hospitalet… Cuando hizo amigos en el tenis la cosa cambió y empezó a competir en las categorías base. A los 16 años se lo tomó tan en serio que se inscribió en un colegio nocturno para poder entrenar por las mañanas en el Tenis Turó, con los grupos que jugaban mejor. La exigencia del tenis, también a nivel de recursos económicos, le llevó a resituarse en la pista y, de uno día para otro, pasó de ser jugador a entrenador.

En el Real Club de Tenis Barcelona estuvo más de 20 temporadas entrenando en el área de competición. Además de conseguir el máximo rendimiento de sus jugadores, disfruta la parte de educación que hay implícita en el cargo. Se esmera por dar ejemplo a los adolescentes del TEC a quienes entrena, sobre todo cuando viaja con ellos de torneo y comparten un montón de horas y situaciones que propician el modelaje en positivo. También le ayuda el hecho de que él mismo está desarrollando consciencia a partir de la formación del Programa ACE y los diferentes voluntariados. Reconoce que la dimensión social, que en el TEC corre en paralelo al rendimiento deportivo, le está haciendo reflexionar sobre cosas que nunca antes se había parado a pensar. Y eso le gusta.