Fue jugador, entrenador y director de la Federació Catalana de Tennis en la provincia de Lleida hasta que, por causas ajenas, se disolvió la territorial. Volvió a los entrenos, primero en el área de competición del Real Club de Tenis Barcelona y a continuación en el TEC. Aquí se ha puesto muy en valor su experiencia en la Federación, su mirada educada en el tenis juvenil, su criterio para detectar talento joven e imaginarse su proyección, y sus cualidades personales. Entre éstas están su carácter afable y la diligencia a la hora de viajar solo, contactar a puerta fría, conversar con los padres de los jugadores y explicar que la Agencia de Representación del TEC es algo fuera de lo común, por su sensibilidad social.
Cuando le propusieron pasar de ser entrenador a realizar tareas de Scouting y Management sintió que se debía al proyecto. No echa tanto de menos la pista como el vínculo tan cercano que creaba con el jugador al que entrenaba pero sabe que, si le invade la nostalgia, tiene toda la cancha para salir a pelotear. De su posición actual le emociona contribuir a que la igualdad de oportunidades sea algo más escalable y ayudar a jugadores internacionales en sus países de residencia, ya sea aportándoles recursos para que puedan evolucionar gracias a su participación en torneos, material, estructura, conocimiento o asesoramiento profesional sobre futuribles. Se considera un friki de los coches y canaliza su afición participando en carreras de resistencia y sprint de karting.